Historia del Halloween

La historia del Halloween es igual de fascinante que la noche de celebración que todos conocemos, pero de seguro no conoces de dónde viene. Te contamos sobre este espeluznante día que te dejara con el ojo cuadrado.

Halloween”

El origen de esta palabra es All Hallows Eve, que se traduce como “víspera del Día de Todos los Santos”, y proviene del ritual celta Samhain (fin del verano). Hace más de 2,500 años este pueblo apagaba las luces y esperaba a que la muerte no hiciera acto de presencia, ya que los espíritus volvían a la Tierra para poseer a los vivos, por lo que se creía que pasando desapercibidos en la noche de los muertos, podrían sobrevivir.

¿Por qué tiene lugar el 31 de octubre?

Cuando los romanos conquistaron las Islas Británicas, se llevaron esta tradición, y el papa Bonifacio IV la incorporó en el calendario romano. Samhain se celebraba entre el crepúsculo del 31 de octubre y a comienzos del 1° de noviembre. No fue sino hasta el siglo VIII, que el papa Gregorio IV cambió la fecha del 13 de mayo del “Día de Todos los Santos” al 1° de noviembre. Esto hizo que ambas celebraciones se unificaran.

La actual tradición

Los irlandeses llegaron a Estados Unidos tras la Gran Hambruna (1845-1849), y para no extrañar su país, se llevaron con ellos sus tradiciones, como el Halloween. Los norteamericanos lo hicieron suyo, y por esta razón hoy es conocido mundialmente. El primer desfile se llevó a cabo en Minnesota en 1921, pero la fiesta en sí ganó popularidad hasta los setentas.

Calabazas iluminadas

Antiguamente, la costumbre británica era tallar nabos, pero cuando los irlandeses migraron al nuevo continente, se dieron cuenta que las calabazas eran mucho más grandes. Pero, ¿sabías que la famosa calabaza tiene nombre? Sí, y se llama Jack O’Lantern.

Jack era un alcohólico, apostador y bueno para nada al que un día se le apareció Satanás y lo retó a subir un roble para que no se lo llevara; una vez arriba, Jack, tramposamente, talló una cruz para que el diablo permaneciera arriba, y la condición que le puso para que pudiera bajar fue que lo alejara de los malos vicios.

Cuando murió, al no poder entrar ni al cielo ni al infierno por su vida pasada, Satanás le regaló a nuestro Jack una brasa que estaba colocada dentro del nabo, a la que los irlandeses llamaban cariñosamente “el faro de Jack”, y de ahí el nombre.

Dulce o Truco”

Lo mejor del Halloween son los dulces que les reparten a los niños, y lo que más extrañamos cuando crecemos, y eso nadie lo puede negar. Pedir golosinas casa por casa se originó alrededor de la década de los treintas y provine del souling (servicio para almas). El “Día de Todos los Santos”, los cristianos iban de pueblo en pueblo mendigando por soul cake (pastel de almas) que era pan con pasas. Entre más “pasteles”, mejor, ya que más rezarían por sus difuntos.

En tiempos más actuales, los estadounidenses lo adaptaron para controlar los desmanes causados, regresando a las viejas costumbres cristianas.

¿Y por qué nos disfrazamos?

Como habíamos comentado, los celtas le temían a la muerte y se ocultaban de ella en sus casas, pero había quienes no lo podían hacer y estaban en la calle. Aterrados de que se los fueran a llevar al más allá, usaban máscaras y capuchas, haciéndose pasar por fantasmas.

Una vez más, Estados Unidos lo retomó, pero al principio era una noche sólo para adultos, ya que entre vecinos compartían historias terroríficas, echaban las cartas, adivinaban su futuro, además de cantar, bailar y beber. Después de que se empezó a hacer lo de “dulce o truco”, los niños comenzaron a involucrarse, y a disfrazarse de brujas, fantasmas, criaturas mitológicas, etc. hasta llegar a los disfraces de hoy en día.

¿Sorprendido? Esperamos que hayas aprendido algo de esta fecha tan divertida.